Reflexiones al óleo





Reflexiono sobre mi pintura.

Lo que espero, el color, la forma, mi elección.

Cuando busco el sujeto de mi próxima obra me atrae en primer lugar su cercanía, el conocerlo, su proximidad, los sentimientos que me despierta. El color influye al elegir su composición. Me gusta utilizar una gran variedad cromática, quiero que mis pinturas reflejen alegría, positivismo, romanticismo, ver la vida en color...

Con el tiempo he aprendido a conocerme a través de la pintura y he descubierto que en la elaboración de la obra influye mi propio carácter. Me pregunto por qué la realizo así y no de otra manera, por qué esa locura cromática y no una atmósfera mas relajada?

Ante un nuevo proyecto en mi vida , una nueva relación personal, una nueva idea me dejo llevar por la ilusión, la alegría de la novedad, me creo casi mis propias ilusiones...lo veo como algo positivo y me lo planteo con entusiasmo.
Lo mismo me ocurre ante un nuevo lienzo.
Es un nuevo reto.
Eligo el  tema impulsada por su color, me ilusiona, me lo imagino en mis pensamientos: la composición, la perspectiva, la mezcla de colores, busco que sea original, único, como lo somos cada uno de nosotros  y me sumerjo en ello.
Me doy de pleno... a veces sin pensar ni reflexionar, me dejo llevar. Ante un nuevo acontecimiento en mi vida me doy igual, muchas veces sin pensar en sus consecuencias...

Después, vienen las influencias exteriores.
Los pies vuelven al suelo.
Aparecen los problemas, las desilusiones, dejas de volar...la obra se vuelve complicada, no sabes por donde seguir. Los colores que habitan tu mente no se plasman como lo deseas en tu lienzo.
Capa tras capa te desesperas, lo dejas, piensas ...mejor esperar.
Hay obras que comienzo y no se muy bien como seguir, las aparto un tiempo, todos los días las miro... a ver si me hablan. Quizas me da miedo enfrentarme a ellas. 
Es como la vida, esas situaciones que te superan, que dan al traste con las ilusiones...pero me considero optimista. Me propongo remplantearme la situación y la obra misma.
Siempre hay una solución, una nueva prespectiva.
Quizàs cambiando un azul por un naranja, un rojo por un verde, al final son complementarios, no?
Ver el lado bueno de la vida. Pues si.
Observar lo que he trabajado hasta ahora en el lienzo, sumergirme de nuevo en el.
Ante la dificultad y decepción siempre hay un millón de pequeñas cosas buenas a tu alrededor, pequeños matices de color, no es cuestión de abandonar tu sueño y dejarte llevar por la vida sin mas.
 Es verlo de otra manera.
 Desde una nueva posición, quizás torciendo la cabeza o dando la vuelta al lienzo, por qué no ? Observar en silencio o con la música de fondo que tanto te gusta...
Mirar y disfrutar con esas pequeñas cosas, momentos, que en el fondo, son los que nos hacen felices.

Volver al cuadro otra vez.
Recuperarlo y verlo diferente.Me pasa a menudo.
Con una visión renovada y en esta ocasión no abandonarlo.
Nuevos matices aparecen .
Antes estaban ocultos por mi ímpetu inicial.
Al final, la obra madura al mismo tiempo que mi persona, eso si, siempre guardando el optimismo y la ilusión del primer momento, la explosión cromática, las luces y las sombras. Esos colores que parecen imposibles en la naturaleza pero que existen dentro de mi y que deseo invitar a verlos a quien este dispuesto a ello.
He observado que mis pinturas gustan mucho a los niños...quizás tienen esa percepción positiva y colorida de lo que nos rodea que al crear, la dejamos un poco olviada...
yo deseo recordarla....



Fuensanta R.Urien - Lienzos de Colores

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